Especialidades urológicas

Epidemiología

La incidencia del cáncer de pene en Europa y Estados Unidos es inferior a 1/100.000 hombres, pero en países del tercer mundo supone hasta el 20% de la patología neoplásica del varón.

El carcinoma escamoso o epidermoide representa el 95% de los tumores de pene. Otros tumores tales como el melanoma, carcinoma de células basales, sarcoma de Kaposy, angiosarcoma son muy infrecuentes.

La principal localización del cáncer de pene es el glande (48%) seguida del prepucio (21%). Los principales factores de riesgo son la fimosis, falta de higiene, tabaco, promiscuidad sexual (infección por el virus del papiloma humano VPH serotipos 11, 16 y 18, responsable del 50% de los casos).

La presencia, número y grado de afectación de los ganglios linfáticos son el principal factor pronóstico. También lo son la localización, infiltración y grado del tumor primario.

La supervivencia a los cinco años es superior al 50%, pero dependiendo de la afectación linfática varía entre el 66% (ausencia de afectación ganglionar) y el 27% (presencia de afectación ganglionar).
 

Cáncer de pene
 

¿Cuáles son los síntomas?

El principal síntoma del cáncer de pene es la existencia de una lesión verrugosa o plana, ulcerada, habitualmente localizada en el glande o prepucio. Pueden aparecer ganglios inguinales bilaterales aumentados de tamaño como resultado de una diseminación regional del cáncer. Las metástasis a distancia son raras.
 

Cáncer de pene
 

¿Cómo se diagnostica?

La persistencia de adenopatías (ganglios) inguinales palpables tras seis semanas continuadas de tratamiento antibiótico obliga a la realización de una linfadenectomía inguinal. Está indicada la realización de TAC abdomino-pélvico y radiografía simple de tórax en el caso de ganglios inguinales positivos con objeto de descartar metástasis a distancia.
 

Cáncer de pene


¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento del cáncer de pene depende del estadio y del grado tumoral. En lesiones de pequeño tamaño y de bajo grado puede realizarse una cirugía conservadora del pene, siendo necesario un seguimiento estrecho para la detección precoz de recidivas locales. La amputación parcial o penectomía parcial se debe de practicar siempre que sea posible dejar márgenes libres de enfermedad. Si esto último no es posible o existe una recidiva tras la penectomía parcial, se debe proceder a una amputación o penectomía total.
 

Cáncer de pene